El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves la cancelación de la esperada reunión con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un.
Todo parecía ir miel sobre hojuelas desde el histórico encuentro en que el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, sostuvo con Jong-un en la zona desmilitarizada en la frontera de las dos Coreas. Incluso el mandatario estadounidense había suavizado su discurso hacia Corea del Norte.
Sin embargo, la cancelación de la cumbre Trump-Kim no es del todo sorpresiva, pues en los últimos días las tensiones regresaron con las declaraciones de funcionarios de ambos países.
¿Qué dijeron?
Las amenazas de suspender el encuentro comenzaron casi desde que se anunció, luego de que el vicecanciller norcoreano, Kim Kye-gwan, declarara que Corea del Norte no estaba interesado en una reunión en la que Estados Unidos tuviera el poder absoluto o no hubiera una posibilidad de diálogo equitativo.
"Si Estados Unidos nos acorrala y exige que dejemos nuestras armas nucleares unilateralmente, ya no tendremos interés en ese diálogo", manifestó Kye-gwan a la agencia de noticias KCNA.
Asimismo, el funcionario comparó la estrategia de desnuclearizaciónplanteada por Estados Unidos con la que utilizaron en Irak y Libia, que tuvo como consecuencia la invasión de primero y la intervención del segundo por parte del país norteamericano.
Pero Kim Kye-gwan no fue el único. De hecho, retomó las palabras del consejero de seguridad estadounidense John Bolton, quien dijo que el Corea del Norte podría seguir "el modelo Libia" de desnuclearización.
El vicepresidente Mike Pence agregó la cereza al pastel el martes al advertir que "Corea del Norte podría acabar como Libia si Kim Jong-un no alcanzaba un trato", a lo que Choe Son-hui, una de las ministras de relaciones exteriores norcoreana, respondió que su país "no mendigaría" por el díalogo.
"Que EE.UU. se siente con nosotros en una sala de reuniones o nos encare en un enfrentamiento nuclear mutuo depende completamente de la decisión y el comportamiento de (ellos)", señaló la colaboradora de Kim Jong-un este jueves.
Corea del Norte no quiere subordinarse
Para Corea del Norte, las palabras de Pence y de Bolton no sólo fueron amenazantes, sino que los ponían en una posición de subordinación, razón por la que respondieron con el mismo ímpetu:
"Si Estados Unidos nos acorrala y exige que dejemos nuestras armas nucleares unilateralmente, ya no tendremos interés en ese diálogo", dijo Kye-gwan el pasado 16 de mayo.
Del mismo modo, que Estados Unidos se haya adjudicado el éxito de la reunión entre los líderes coreanos y la suspensión de Corea del Norte de sus pruebas con misiles como resultado de la presión ejercida sobre Kim Jong-un tampoco gustó a los norcoreanos, quienes dependen ampliamente de su arsenal militarpara existir como Estado.
Finalmente, luego de pasar de la tensión a la esperanza y de nuevo a la tensión, el presidente estadounidense decidió cancelar la reunión, que estaba agendada para el próximo 12 de junio, a través de una carta dirigida a Kim Jong-un.
"Agradecemos su tiempo, paciencia y esfuerzo en las negociaciones y discusiones para lograr esta reunión, pero aunque es requerida por Corea del Norte, es totalmente irrelevante para nosotros", escribió el mandatario.
"Usted habla sobre sus capacidades nucleares, pero las nuestras son tan masivas y poderosas que ruego a Dios que jamás tengan que ser utilizadas", agregó.
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