El papa Francisco advirtió que en su opinión, a la vista de los numerosos conflictos en el mundo, “estamos en la Tercera Guerra Mundial en pedacitos”.
El pontífice habló también del peligro de recurrir a un salvador en tiempos de crisis, pero se negó a emitir un juicio sobre la investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en una entrevista publicada el sábado en la que también criticó “el embate del liberalismo económico” en América Latina.
“Asustarme o alegrarme por lo que pueda suceder, en eso creo que podemos caer en una gran imprudencia,” dijo el pontífice de 80 años cuando el periódico español El País le preguntó por el nuevo mandatario estadunidense. “Veremos lo que hace y ahí se evalúa”.
La entrevista fue publicada el sábado pero se realizó en el Vaticano el viernes, al mismo tiempo que Trump juramentaba el cargo de presidente en Washington.
Al preguntársele sobre los líderes políticos de carácter populista que han emergido en Estados Unidos y en Europa, Jorge Mario Bergoglio advirtió sobre los “salvadores” y puso el ejemplo de la Alemania de la década de 1930 en la que Adolf Hitler fue “votado por su pueblo, y después destruyó a su pueblo”.
“En momentos de crisis, no funciona el discernimiento”, señaló. “Busquemos un salvador que nos devuelva la identidad y defendámonos con muros, con alambres, con lo que sea, de los otros pueblos que nos puedan quitar la identidad. Eso es muy grave”.
El pontífice, que hace cuatro años se convirtió en el primer papa oriundo del continente americano tras la renuncia de Benedicto XVI, se refiere en la entrevista a las injusticias que se cometen en el mundo contra la mujer o a cómo la jerarquía eclesiástica se ha alejado de los problemas de la gente, lo que Francisco llama “una Iglesia anestesiada por la mundanidad”.
Sobre Latinoamérica, el papa dijo que la región “está sufriendo un fuerte embate de liberalismo económico”, de una economía que “mata de hambre, mata de falta de cultura”, y se muestra preocupado por el problema de la migración hacia Estados Unidos y de los cárteles de la droga, entre otros.
El pontífice también abordó temas como las relaciones con China, a donde dijo que le gustaría ir “en cuanto me inviten”, y la migración en el contexto de la crisis de refugiados que buscan bienestar y paz en Europa.
“Que el Mediterráneo se haya convertido en un cementerio nos tiene que hacer pensar”, señaló al rotativo español.
“Asustarme o alegrarme por lo que pueda suceder, en eso creo que podemos caer en una gran imprudencia,” dijo el pontífice de 80 años cuando el periódico español El País le preguntó por el nuevo mandatario estadunidense. “Veremos lo que hace y ahí se evalúa”.
La entrevista fue publicada el sábado pero se realizó en el Vaticano el viernes, al mismo tiempo que Trump juramentaba el cargo de presidente en Washington.
Al preguntársele sobre los líderes políticos de carácter populista que han emergido en Estados Unidos y en Europa, Jorge Mario Bergoglio advirtió sobre los “salvadores” y puso el ejemplo de la Alemania de la década de 1930 en la que Adolf Hitler fue “votado por su pueblo, y después destruyó a su pueblo”.
“En momentos de crisis, no funciona el discernimiento”, señaló. “Busquemos un salvador que nos devuelva la identidad y defendámonos con muros, con alambres, con lo que sea, de los otros pueblos que nos puedan quitar la identidad. Eso es muy grave”.
El pontífice, que hace cuatro años se convirtió en el primer papa oriundo del continente americano tras la renuncia de Benedicto XVI, se refiere en la entrevista a las injusticias que se cometen en el mundo contra la mujer o a cómo la jerarquía eclesiástica se ha alejado de los problemas de la gente, lo que Francisco llama “una Iglesia anestesiada por la mundanidad”.
Sobre Latinoamérica, el papa dijo que la región “está sufriendo un fuerte embate de liberalismo económico”, de una economía que “mata de hambre, mata de falta de cultura”, y se muestra preocupado por el problema de la migración hacia Estados Unidos y de los cárteles de la droga, entre otros.
El pontífice también abordó temas como las relaciones con China, a donde dijo que le gustaría ir “en cuanto me inviten”, y la migración en el contexto de la crisis de refugiados que buscan bienestar y paz en Europa.
“Que el Mediterráneo se haya convertido en un cementerio nos tiene que hacer pensar”, señaló al rotativo español.
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