México.- Los bonos extraordinarios han existido en la Cámara de Diputados al menos desde hace 16 años.
Desde el año 2000, los recursos “secretos” o disfrazados han sido otorgados a través de las llamadas “compensaciones”, detalló a EL UNIVERSAL el dos veces diputado José Manuel del Río Virgen.
Del año 2008 hasta ahora, los recursos adicionales que reciben los diputados salen de una partida denominada “subvenciones extraordinarias”, confirmó Del Río Virgen.
Del año 2008 hasta ahora, los recursos adicionales que reciben los diputados salen de una partida denominada “subvenciones extraordinarias”, confirmó Del Río Virgen.
EL UNIVERSAL publicó el viernes que este diciembre los diputados recibirán una bolsa de más de medio millón de pesos, conformada por sus prestaciones de ley (por aproximadamente 357 mil pesos) y un bono adicional y secreto por 150 mil pesos.
“Siempre han existido esos pagos”, afirma Del Río, dos veces diputado federal por Convergencia, partido que hoy es Movimiento Ciudadano. Según su experiencia en la 58 Legislatura, del año 2000 al 2003, como legislador de ese partido, el “bono” se daba a través de compensaciones, por el cargo que desempeñaban los diputados.
Quienes integraban la Mesa Directiva recibían más dinero, seguidos de quienes conformaban la Junta de Coordinación Política, luego los presidentes de comisiones y al final los diputados comunes y corrientes.
En aquel entonces, denunció que había diputados de primera, de segunda, de tercera y de cuarta, como él.
“Me di cuenta que no existían como las de ahora, pero sí existían compensaciones que se les daban a presidentes de comisiones”, afirma.
Al denunciarlo, explica que no peleaba las cantidades, sino la inequidad y de que se les pagara tanto a los diputados, cuando se arrastraban crisis como la del Fobaproa. “Me parecía que los diputados cobraban mucho y tomé posición de confrontación”, dice.
En la 60 Legislatura, detalla Del Río Virgen, en las reuniones para tomar acuerdos sobre el dinero sacaban a los demás diputados.
Asesor de MC en la pasada Legislatura, confirma que se mantuvieron las subvenciones extraordinarias, el ahora ya famoso “bono secreto”.
“La decisión no es administrativa, sino de carácter eminentemente político, tomada por los coordinadores y que se refleja en los diputados”, explicó.
Funcionarios encargados de la finanzas de la Cámara Baja en la primera década de este siglo señalaron a EL UNIVERSAL que las compensaciones y bonos “siempre han existido, bajo diversas modalidades”.
Integrantes de la bancada del PT en la 61 Legislatura —2009-2012— informaron que el monto respectivo para el “bono navideño” se destinaba para actividades del partido, por lo que el recurso no llegaba a manos de los legisladores petistas. “Nos explicaban que era para actividades de los compañeros del partido. No pedíamos cuentas. Supongo que así era”, dijo un ex legislador.
El “botín”. El profesor de carrera de tiempo completo de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Khemvirg Puente, opina que el dispendio de los llamados “bonos secretos” demuestra una vez más que la Cámara de Diputados es un “botín” para los grupos parlamentarios.
Dice que se deben transparentar para que quede claro cuál es su propósito, de dónde salen y si estaban presupuestados por los propios legisladores.
“Queda demostrado una vez más en la actual Legislatura que los diputados no parecen tener un compromiso real con lo que han legislado en materia de transparencia”, acusó.
Puente dijo que estos bonos no están previstos en el presupuesto del recinto legislativo, lo que habla de que probablemente sean remanentes que la Cámara de Diputados tiene en el año. “De ser así, estamos hablando de una operación ilegal”, dice.
El coordinador del diplomado en Planeación y Operación Legislativa en Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Fernando Dworak, consideró negativo que los diputados reciban bonos adicionales, ya que no hay información sobre lo que hacen y lo que ganan.
“Siempre han existido esos pagos”, afirma Del Río, dos veces diputado federal por Convergencia, partido que hoy es Movimiento Ciudadano. Según su experiencia en la 58 Legislatura, del año 2000 al 2003, como legislador de ese partido, el “bono” se daba a través de compensaciones, por el cargo que desempeñaban los diputados.
Quienes integraban la Mesa Directiva recibían más dinero, seguidos de quienes conformaban la Junta de Coordinación Política, luego los presidentes de comisiones y al final los diputados comunes y corrientes.
En aquel entonces, denunció que había diputados de primera, de segunda, de tercera y de cuarta, como él.
“Me di cuenta que no existían como las de ahora, pero sí existían compensaciones que se les daban a presidentes de comisiones”, afirma.
Al denunciarlo, explica que no peleaba las cantidades, sino la inequidad y de que se les pagara tanto a los diputados, cuando se arrastraban crisis como la del Fobaproa. “Me parecía que los diputados cobraban mucho y tomé posición de confrontación”, dice.
En la 60 Legislatura, detalla Del Río Virgen, en las reuniones para tomar acuerdos sobre el dinero sacaban a los demás diputados.
Asesor de MC en la pasada Legislatura, confirma que se mantuvieron las subvenciones extraordinarias, el ahora ya famoso “bono secreto”.
“La decisión no es administrativa, sino de carácter eminentemente político, tomada por los coordinadores y que se refleja en los diputados”, explicó.
Funcionarios encargados de la finanzas de la Cámara Baja en la primera década de este siglo señalaron a EL UNIVERSAL que las compensaciones y bonos “siempre han existido, bajo diversas modalidades”.
Integrantes de la bancada del PT en la 61 Legislatura —2009-2012— informaron que el monto respectivo para el “bono navideño” se destinaba para actividades del partido, por lo que el recurso no llegaba a manos de los legisladores petistas. “Nos explicaban que era para actividades de los compañeros del partido. No pedíamos cuentas. Supongo que así era”, dijo un ex legislador.
El “botín”. El profesor de carrera de tiempo completo de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Khemvirg Puente, opina que el dispendio de los llamados “bonos secretos” demuestra una vez más que la Cámara de Diputados es un “botín” para los grupos parlamentarios.
Dice que se deben transparentar para que quede claro cuál es su propósito, de dónde salen y si estaban presupuestados por los propios legisladores.
“Queda demostrado una vez más en la actual Legislatura que los diputados no parecen tener un compromiso real con lo que han legislado en materia de transparencia”, acusó.
Puente dijo que estos bonos no están previstos en el presupuesto del recinto legislativo, lo que habla de que probablemente sean remanentes que la Cámara de Diputados tiene en el año. “De ser así, estamos hablando de una operación ilegal”, dice.
El coordinador del diplomado en Planeación y Operación Legislativa en Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Fernando Dworak, consideró negativo que los diputados reciban bonos adicionales, ya que no hay información sobre lo que hacen y lo que ganan.
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