Los capitalinos guardaron silencio.
Durante un minuto, alrededor de las 13:14 horas, en las calles de la Ciudad de México sólo se escucharon los sonidos de respiraciones agitadas, melancólicas, de quienes recordaron a las víctimas del sismo de hace exactamente un año, del terremoto de 7.1 de magnitud que enlutó a los mexicanos.
El silencio fue roto, desquebrajado, un par de minutos después por la alerta sísmica, que sonó a las 13:16 horas.
Se trató del macrosimulacro que se llevó a cabo en el Valle de México.
Lentamente, en orden, siguiendo los protocolos de protección civil, cientos de personas, como hormiguitas, comenzaron a desalojar edificios de oficinas y viviendas, como parte de la dinámica que sensibilizó a muchos. Caras largas, preocupadas, por doquier.
El silencio estuvo acompañado de puños en alto, el más reciente símbolo de la unidad entre los mexicanos.
En algunos puntos, tras guardar el minuto de silencio, se escucharon aplausos. El choque de las palmas, de unos y de otros, sirvió para homenajear al ser querido fallecido el año pasado y para reconocer las labores de rescate de quienes estuvieron ahí, pala y pico en mano, para rescatar a los que quedaron bajo los escombros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario