Una pintura de Diego Rivera que Sotheby’s cataloga como una de las más importantes del artista mexicano que se haya visto en subasta en años recientes encabeza la próxima venta de arte latinoamericano de la casa.
Se trata del Retrato de la señorita Matilde Palou, un óleo sobre lienzo de la estrella chilena del cine mexicano firmado en 1951 y visto en público por última vez en 1988, cuando la misma rematadora lo vendió por 203 mil dólares. El miércoles se exhibiría en sus galerías de Los Ángeles en antesala a la subasta del 25 de mayo en Nueva York, dijo Sotheby’s.
“Vi el espléndido retrato de Diego Rivera de la señorita Matilde Palou por primera vez hace unos 30 años … y nuevamente hace apenas unas semanas. Me volvió a impactar su majestuosa belleza”, dijo Axel Stein, director del departamento de arte latinoamericano de Sotheby’s.
“Es un ejemplo maravilloso del artista en su mejor momento y un símbolo glorioso de orgullo nacional mexicano. Es sin duda una de las obras más importantes del artista que aparezca en subasta en tiempos recientes”.
El precio de venta estimado para el cuadro de 203 por 122,3 centímetros (80 por 48 1/8 pulgadas) es de entre 2 y 3 millones de dólares. El récord de Rivera en subasta es de 3 millones 82 mil 500 dólares. La marca se estableció en 1995 con la venta de Baile en Tehuantepec (1928), de 200,7 por 163,8 centímetros (79 por 64,5 pulgadas), también en Sotheby’s.
El Retrato de la señorita Matilde Palou fue comisionado al artista en 1950 por Osceola Heard Davenport, una acaudalada viuda de un petrolero del Valle del Río Grande en el sur de Texas, cuyos herederos lo remataron en Sotheby’s hace casi tres décadas.
La obra muestra a la artista de pie, reclinada contra lo que parece una chimenea, en un resplandeciente vestido cubierto de simbolismos mexicanos como banderas, escudos de armas y joyas.
Para esta pintura el artista hizo un dibujo preliminar en lápiz y un boceto en óleo sobre lienzo. El dibujo, titulado Chiapaneca y dedicado “Para Chapo Linda. Diego Rivera 51”, muestra a la modelo exactamente en la misma posición que la obra final, pero sin los elaborados decorados en el vestido, con un brazalete adicional y un cigarrillo en la mano derecha.
Palou alcanzó fama por su trabajo en películas como Susana de Luis Buñuel, del mismo año que el retrato de Rivera; El dolor de los hijos de Miguel Zacarías, de 1949, y La culta dama de Rogelio A. González, de 1957. Casada con el prominente actor mexicano Miguel Ángel Ferriz, trabajó también en Nueva York haciendo doblajes para MGM.
“Vi el espléndido retrato de Diego Rivera de la señorita Matilde Palou por primera vez hace unos 30 años … y nuevamente hace apenas unas semanas. Me volvió a impactar su majestuosa belleza”, dijo Axel Stein, director del departamento de arte latinoamericano de Sotheby’s.
“Es un ejemplo maravilloso del artista en su mejor momento y un símbolo glorioso de orgullo nacional mexicano. Es sin duda una de las obras más importantes del artista que aparezca en subasta en tiempos recientes”.
El precio de venta estimado para el cuadro de 203 por 122,3 centímetros (80 por 48 1/8 pulgadas) es de entre 2 y 3 millones de dólares. El récord de Rivera en subasta es de 3 millones 82 mil 500 dólares. La marca se estableció en 1995 con la venta de Baile en Tehuantepec (1928), de 200,7 por 163,8 centímetros (79 por 64,5 pulgadas), también en Sotheby’s.
El Retrato de la señorita Matilde Palou fue comisionado al artista en 1950 por Osceola Heard Davenport, una acaudalada viuda de un petrolero del Valle del Río Grande en el sur de Texas, cuyos herederos lo remataron en Sotheby’s hace casi tres décadas.
La obra muestra a la artista de pie, reclinada contra lo que parece una chimenea, en un resplandeciente vestido cubierto de simbolismos mexicanos como banderas, escudos de armas y joyas.
Para esta pintura el artista hizo un dibujo preliminar en lápiz y un boceto en óleo sobre lienzo. El dibujo, titulado Chiapaneca y dedicado “Para Chapo Linda. Diego Rivera 51”, muestra a la modelo exactamente en la misma posición que la obra final, pero sin los elaborados decorados en el vestido, con un brazalete adicional y un cigarrillo en la mano derecha.
Palou alcanzó fama por su trabajo en películas como Susana de Luis Buñuel, del mismo año que el retrato de Rivera; El dolor de los hijos de Miguel Zacarías, de 1949, y La culta dama de Rogelio A. González, de 1957. Casada con el prominente actor mexicano Miguel Ángel Ferriz, trabajó también en Nueva York haciendo doblajes para MGM.
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