En un lapso de tiempo tan breve como son 180 segundos, tres personas han muerto por una enfermedad del pasado que, desgraciadamente, sigue muy presente hoy.
La tuberculosis mata cada año a 1, 8 millones de personas en el mundo y ya registra más casos mortales que otras enfermedades, como el VIH o la malaria. Así lo recoge el Informe Global sobre la Tuberculosis, que elabora anualmente la Organización Mundial de la Salud y ha sido presentado recientemente. Pese a que los gobiernos cuentan con una serie de objetivos para combatir y terminar con la tuberculosis recogidos en la agenda de Desarrollo Sostenible de la ONU, el informe de la OMS destaca que las medidas tienen que intensificarse para actuar de una manera más rápida y efectiva.
De acuerdo con el estudio, el número de casos en el mundo fue 10,4 millones, frente a los 9,6 millones estimados en anteriores investigaciones. Además, ha aumentado la Tuberculosis Resistente a medicamentos, con más de medio millón de casos en el mundo.
Según explicó en un comunicado oficial la directora general de la OMS, la doctora Margaret Chan, “los países deben aumentar sus esfuerzos para lograr cumplir con los objetivos estimados y poner fin a una epidemia mortal”. “Los objetivos buscan ponerle fin a la epidemia de la tuberculosis, hecho que supone una gran y complicada batalla”, detalló la doctora Chan.
"El número de casos de tuberculosis en el mundo fue 10,4 millones, frente a los 9,6 millones estimados en anteriores investigaciones".
Una de las problemáticas principales de esta enfermedad es el bajo acceso al tratamiento que tienen los enfermos . En 2015, solo una de cada cinco personas pudo tratarse con los medicamentos necesarios. Por ello, las cifras de curación son muy bajas, con tan solo un porcentaje del 52% a nivel global.
Entre los países más afectados por la epidemia se encuentran la India, Indonesia, China, Nigeria, Pakistán y Sudáfrica, representando el 60% de la carga global de tuberculosis. “Los recursos utilizados contra la tuberculosis son muy escasos", declaró en el comunicado el administrador adjunto para la Salud Mundial de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, Ariel Pablos-Méndez.
Actualmente, las inversiones en los países con bajos y medianos ingresos —los más afectados por tuberculosis— han caído casi 2.000 millones de dólares, encontrándose muy lejos de los 8,3 millones que se estimaban para 2016. La OMS cree que es necesario mil millones de dólares por año para conseguir frenar la epidemia, invirtiendo en nuevas vacunas, medicamentos y tratamientos más efectivos.
En el caso de no ser así, la brecha sanitaria podría aumentar a 6 millones en 2020. “ Todos los países del mundo tienen un papel importante que desempeñar en el proceso de cierre de esta brecha. Se necesitan más mecanismos de protección social y una buena financiación para la salud pública mundial”, recuerda Pablos-Méndez.
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